Ciudadanos le dicen a supermercados y productores: #NoMásPlástico por favor!
La ola de basura que se alza sobre nuestras cabezas
Nos esforzamos en limpiar playas y ríos, pero se sigue produciendo más y más plástico desechable innecesario que nunca será reciclado.
En el Perú, en los últimos años han surgido muchas iniciativas loables para concienciar al público de que no ensucie las playas o de que recicle. Pero todo esto, por más bien intencionado que sea, es como pegarle una curita a una pierna gangrenada. El reciclado de plásticos, aún en países donde se practica con bastante ahínco desde hace décadas, no consigue realmente solucionar el gigantesco problema creado por los plásticos descartables. Montañas de basura son exportadas a países más pobres, supuestamente para ser recicladas, y luego muchas veces son quemadas (contaminando el aire y emitiendo CO2) o dejadas en basurales. Muchísimos tipos de plástico no son reciclables, y la más mínima contaminación con otros materiales puede hacer que aún los reciclables dejen de serlo. Y aun cuando por ejemplo una botella de plástico se recicla, después de pocas vidas termina inevitablemente en el mismo destino que el plástico no reciclado.
En la actualidad a las personas les resulta casi imposible evitar los plásticos de un solo uso. Este problema no puede ser resuelto por cambios en el consumo del individuo. A las empresas les conviene que los consumidores nos sintamos culpables y responsables, no debemos dejar que escurran el bulto ante su mucho más grande culpa.
¿Qué podemos hacer?
Debemos abordar el problema en su raíz.
Debemos dirigirnos a empresas y presionarlas para que se comprometan a reducir la oferta de plásticos desechables en sus tiendas, a reducir los envoltorios de sus productos, a ofrecer a sus clientes opciones de envases retornables o reusables (simplemente volver unas décadas atrás) , y a que inviten a los compradores a que traigan sus propios envases para sus compras de productos tales como menestras, pastas a granel, aceitunas, quesos, pan, y otros productos que son fáciles de rellenar en recipientes reusables tales como tuppers, bolsas de tela, tarros de vidrio, recipientes de silicona, etc.
Debemos exigir a nuestros gobiernos que regulen y prohíban el uso excesivo de plásticos desechables y así nos salven de esta ola de basura que se alza sobre nuestras cabezas.
En un intento de llevar este asunto al público en general, yo y algunos otros peruanos preocupados, hemos lanzado esta iniciativa. Empezamos yendo a Metro de Barranco, colocando tarjetas indicando como quisiéramos que se vendan los productos. También entregamos una carta al gerente, tomamos fotos y estamos difundiéndolas lo más posible en redes. Además, llevamos nuestros propios recipientes y pudimos comprar postres y ensaladas, pero no encontramos nada más que no estuviera ya empaquetado en plástico. La señora que nos atendió, accedió sin problema a pesar nuestros recipientes antes de llenarlos para poder substraer el peso del mismo y pagar lo justo por los alimentos.
Luego, fuimos a algunas tiendas de la zona que ofrecen algunas buenas opciones. La Calandria ofrece una gran variedad de hierbas a buen precio que puedes comprar llevando tu propio envase, y también venden saquitos de tela que pueden servir para comprar cosas como fideos y menestras a granel sin ningún tipo de plástico la próxima vez que vayas al mercado. También visitamos Sanahoria, donde pudimos comprar nueces de esta misma manera. Ojalá estas tiendas empiecen a ofrecer más productos de esta forma.
¿Quieres decirle a tu supermercado/mercado/bodeguita que necesitas opciones sin tanto #malditoPlástico? Pásanos la voz y te mandamos las tarjetas y la carta! Nos encantaría que más personas se sumen a este esfuerzo y sigan lo que hemos comenzado.
Más detalles sobre nuestro problema con el plástico:
Estamos, efectivamente, en medio de una crisis épica de contaminación por desechos plásticos. El culpable es la producción masiva de productos plásticos de un solo uso y las empresas que hacen oídos sordos a grupos ambientalistas y siguen produciendo más y más. A ritmo vertiginoso se producen millones de productos desechables de plástico que dejan a la sociedad civil y a los municipios la difícil tarea de limpiar todo esto y de lidiar con la destrucción que causan. Los sistemas de reciclado son totalmente insuficientes. La mayoría de las supuestas alternativas, llamadas “biodegradables” o “compostables” no son realmente tales o sólo lo son en plantas especializadas a donde los desechos nunca llegan.
Bolsas, vasos, envases, tapas, cubiertos, etc de plástico terminan en basurales, desde donde van a parar a caminos fluviales que desembocan en el mar. Los encontramos allí al limpiar las playas, entremezclados con otros desperdicios. Los encontramos formando gigantescas islas en los océanos, los encontramos en los estómagos de animales marinos.
El plástico no se descompone por muchísimos años, más bien va rompiéndose en pedacitos cada vez más pequeños, exudando sustancias químicas nocivas al agua y a la tierra, contaminando a la flora y a la fauna salvaje, a animales marinos y a ecosistemas. Muchas veces animales marinos y pájaros confunden el plástico con alimentos y mueren por ingerirlo, o quedan atrapados en redes de desechos flotantes. Partículas de plástico también han llegado a contaminar la comida que ingerimos los humanos, y en general causan severo daño durante su producción, uso y descarte.